En primer lugar, cabe definir el término de Arqueología Virtual: Según la definición que nos da los Principios de Sevilla (2011), Arqueología Virtual es la disciplina científica que tiene por objeto la investigación y el desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por ordenador a la gestión integral del patrimonio arqueológico.

La arqueología cuando se unió a la órbita de lo virtual, como toda disciplina científica necesitó de unas normas científicas y de calado normativo que sirva a todo investigador en la materia. Así nacieron, o surgieron mejor dicho, los Principios de Sevilla (2011), dentro del marco de la SEAV (Sociedad Española de la Arqueología Virtual) y del FIAV (Forum Internacional de Arqueología Virtual).

Aunque antes de abordar los Principios de Sevilla del 2011, debemos retrotraernos unos años más atrás, exactamente a 1945 con la Carta de Londres, encuentro con el fin de normalizar las visualizaciones en tres dimensiones del Patrimonio Cultural bajo los principios de Comunidad disciplinar, sostenibilidad, transparencia o metodología estandarizada entre otros. Con este precedente, en pleno siglo XXI los Principios de Sevilla nacen para aplicar los principios del Patrimonio Cultural (ya abogados en la Carta de Londres del ’45) al Patrimonio Arqueológico, definiendo a la Arqueología Virtual como aquella que tiene por objeto  la investigación y el desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por ordenador a la gestión integral del patrimonio arqueológico. 

reconstrucciones04.jpg
Reconstrucción virtual de uno de los templos íberos del yacimiento de la Illeta dels Banyets (Alicante). Modelado y renderizado en Blender. Fuente: ParPatrimonio.

En la misma carta se recogen una lista de definiciones de los conceptos que se engloban dentro de la arqueología virtual a la hora de llevar a cabo los estudios científicos necesarios para conseguir la anastilosis, reconstrucción, restauración o recreación del Patrimonio Histórico o Arqueológico. Algunos de estos conceptos son:

  • Restauración virtual: Comprende la reordenación, a partir de un modelo virtual, de los restos materiales existentes con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento anterior al presente. La restauración virtual comprende por tanto la anastilosis virtual.
  • Reconstrucción virtual: Comprende el intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual, en un momento determinado de una construcción u objeto fabricado por el ser humano en el pasado a partir de las evidencias físicas existentes sobre dicha construcción u objeto, las inferencias comparativas científicamente razonables y en general todos los estudios llevados a cabo por los arqueólogos y demás expertos vinculados con el patrimonio arqueológico y la ciencia histórica
  • Recreación virtual: Comprende el intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual, del pasado en un momento determinado de un sitio arqueológico, incluyendo cultura material (patrimonio mueble e inmueble), entorno, paisaje, usos, y en general significación cultural.
  • Gestión integral: comprende las labores de inventario, prospección, excavación, documentación, investigación, mantenimiento, conservación, preservación, restitución, interpretación, presentación, acceso y uso público de los restos materiales del pasado.

Una vez definidos y aclarada la terminología de algunos de estos conceptos, la carta expone cada uno de los principios en los que deberá basarse:

  • Interdisciplinariedad. Sí, es un concepto que en todo congreso se nos llena la boca al nombrarla, pero es más que necesaria. Y más, en este campo. Aunque no lo terminen de comprender todavía algunos. Cualquier proyecto deberá estar avalado por un equipo de profesionales procedentes de distintas ramas siendo imprescindible al menos, la presencia no sólo de arqueológos sino también de historiadores del arte.
  • Su finalidad. La visualización asistida debe estar siempre dirigida al servicio del Patrimonio en sí y no al revés.
  • Complementariedad. La aplicación de la visualización asistida por ordenador debe ser complementaria a otros métodos y técnicas para gestionar el patrimonio objeto de estudio y análisis.
  • Autenticidad. Se debe trabajar reconstruyendo o recreando edificios, artefactos y entornos del pasado como se considera que fueron.
  • Rigurosidad histórica. Cualquier forma de visualización asistida debe estar sustentada pro una sólida investigación y documentación histórica y arqueológica.
  • Formación y evaluación. Se deben fomentar los programas de formación posgraduada de alto nivel con el fin de potenciar la formación y especialización de un número lo suficientemente elevado de profesionales especializados y cualificados.

Se trata de un gran paso y todo un reto, aunque todavía son muchos los retos a los que se encuentra el Patrimonio Arqueológico de nuestro país. Según señala Pablo Aparicio Resco, que aquellos que permitan distinguir lo real, lo auténtico o lo veraz de lo que no ya que «las reconstrucciones virtuales se muestran frecuentemente desprovistas de elementos que nos permitan entender qué parte de ellas tiene más visos de veracidad y qué parte es fruto de hipótesis menos sólidas, más volubles». Según Aparicio, una solución podría ser la Escala de Colores del Proyecto Bizantyum 1200.

 Pero lo dicho, todavía queda mucho por trabajar en esta línea en nuestro país.

En próximas entradas abordaremos el tema de la virtualización del Patrimonio Histórico-Artístico… Una labor más afín para Historiadores del Arte. No se lo pierdan!!


Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com